Recibir desde el Silencio: Meditación y Cábala

En el silencio profundo de la meditación, cuando el cuerpo se aquieta y la mente se disuelve en la quietud, algo sagrado comienza a suceder. Es entonces cuando el alma recuerda su verdadero lenguaje: el de la luz.

La Cábala nos enseña que el universo entero es un flujo continuo de energía divina descendiendo desde planos sutiles hacia la materia. El Árbol de la Vida es el mapa que describe ese descenso: una red de canales por donde la luz del Creador viaja hasta tocar nuestro corazón y materializarse en maljut. Pero para que esa luz pueda ser recibida… es necesario estar presentes, abiertos, receptivos.

Cuando meditamos con intención y el alma se sintoniza con el árbol, nuestra conciencia se eleva, y los senderos internos comienzan a activarse. Las manos abiertas, sin tensiones, simbolizan esta disposición sagrada de permitir que la luz se nos revele.

Meditar desde la Cábala es aprender a recibir. Es confiar en que todo lo que llega es exactamente lo que el alma necesita en ese momento. Y en ese acto de pura receptividad… nos convertimos en canales de luz para el mundo.

Shalom para tod@s